TIEMPO DE SILENCIO

Hay un tiempo en que el dolor
se hace insoportable,
una vez más te deslumbra el olvido,
sentir que una se engaña,
cerrando los ojos,
cerrándole la puerta a la certeza,
que se acomoda dentro del alma
como una intuición antigua.

Hay un tiempo en que una
se queda colgada de la nada,
con el amor aun vivo
y los ojos dolorosamente abiertos
y aun así,
sin poder reconocer la verdad,
sin saber vivir en la mentira.

Con la sola e invariable certeza,
de que el siguiente tramo del camino,
ya no tiene luces,
ni esperanza,
ni risas...

Sabiendo a estas alturas,
que si,
que al final vendrá el olvido,
desconsolado,
deseándolo como único bálsamo
para curar las heridas.

Pero sin entender por que,
por que otra vez la vida hiere,
consolándonos en que nos hiere
porque somos capaces de vivirla,
otra vez
y siempre cada vez,
es la que más duele.

Como un sueño-pesadilla
sin principio ni fin,
y al fondo tu imagen,
gastada y vacía
reflejandose en los ciegos ojos,
de la que ya no te mira.