domingo, 2 de mayo de 2010

la quietud.


Tu y yo, no somos aguas mansas, nuestros cuerpos no son sombras que en encuentros fugaces, se rozan, son el camino denso de un amor sin resquicios ni fisuras.
Tu corazón y el mio, son dos fieras enjauladas, buscándose sin tregua, buscándose sin miedo, para morderse el alma.
En ti y en mi hay tanta ternura,tantas ganas de amar que parece locura. Te esperare en el negro silencio de mi alma, no quiero más luces, no las quiero, solo silencio, solo quietud.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Y allí nos detenemos,tarde o temprano para beber los versos que en el alma llevamos.
Enhorabuena por su blog poeta!

Alhambra.