miércoles, 16 de septiembre de 2009


Si te miro a los ojos,
me pierdo en ellos,
me dejo caer en tús pequeñas pupilas,
todas llenas de fuego.

Y sé me quita el aire
y el corazón se para
de tanto desconsuelo,
mientras el cuerpo tiembla de deseo.

Y mientras,
el alma anda perdida
huyendo de la duda,
peleandole al miedo.

1 comentario:

Mónica López Bordón dijo...

la poesía como la huella del tiempo, de lo vivido, de lo amado, de lo soñado, de lo conseguido...

como decía Celaya, la poesía es un arma cargada de futuro.

Un beso grande
Mónica