El frío se me arraigo en el cuerpo,
no consigo moverlo,
es un alma muy blanca,
es un alma de muerto.
Se prendió de mi piel
caminó por los huesos
y por fin se ha adueñado
de todo este cuerpo.
Un frío silencioso
tan frío como el miedo,
tan callado y profundo
que solo yo lo siento.
Un helor en las manos
recorriendo mi pecho,
y cuando lo vislumbro
es porque a ti te veo.
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