sábado, 5 de junio de 2010

otoño


Cae la tarde
y unas nubecillas color de rosa,
como jirones de azúcar
endulzan el trozo de cielo
que consigo ver desde mi ventana.

Es otoño
y como cualquier otoño,
la melancolía reina sobre mi,
tu recuerdo se va deshilachando
cayendo como hojas de un árbol,
sin rumbo,
vuelan por todas partes,
como tu recuerdo.

2 comentarios:

Lunska Nicori:BegoñaGTreviño dijo...

Describes, con esa facilidad de Juan Ramón Jimenez..., culminas tus poemas siempre con brillantes finales que emocionan... A mi me parecen espectaculares. Bueno, ya sabes que yo soy, no sé si la primera, pero sí una fan tuya de esas que se tiran de los pelos y se desmayan ante sus ídolos....Te quiero, amiga.

Fernando dijo...

Tengo la seguridad de que tus recuerdos no se deshilachan como las hojas de un árbol. Lo que pasa es que el árbol está demasiado lejano y no percibes en un principio la fortaleza de tus recuerdos, lo que me produce la impresión de que son inolvidables. Sí estoy de acuerdo en que tu poesía nos alcanza con finales emocionantes. Un beso.