Locura de celos.
Bajo aquella apariencia de austeridad, casi de frialdad, se escondía un carácter tierno, amable y compasivo.
Mientras dormía, indefensa ante mi curiosidad, relajada por lo fatigoso del largo día, yo podía observar su boca, ciertamente sensual y hermosa, o su oscuro pelo sobre la almohada.
Su respiración, de vez en cuando se agitaba como si soñara y yo me preguntaba, ¿ con que sueña?.
Noche tras noche la observaba con la tenue claridad que se calaba por la ventana, su rostro, era tierno como el de una niña, que ajena a todo se entrega a ensoñaciones y juegos hermosos.
Su cuerpo se relajaba quedando al descubierto sus hombros y su cuello, sedosos y de líneas suaves. Su pecho subía y bajaba en acompasada respiración.
Y yo enloquecía preguntándome, ¿ con que sueña ?
Los celos empezaron a devorarme, no dormía pendiente de sus gestos y sus gemidos, ¿ con que
sueña? ¿ y cuando no duerme, pensara en lo mismo?.
Perdí el sueño, enloquecí hasta perder el sentido y una noche.....
que sonreía dormida, le clavé un cuchillo.
Ahora ya nunca sabré que soñaba y en mi delirio, imagino que me dice, ¿ sabes? yo siempre sueño contigo.
nines.
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