Me reinvento cada dia
para seguir amandote,
con la angustia pintada
en la piel..
en la mirada.
Comiendome las horas
y los dias,
para soñarte cada noche
entre mis brazos,
para sentir aun que sigo viva.
Buscando el punto exacto
en que el suspiro,
se vuelve melodía,
almíbar
y mentiras.
Ya no importa otra cosa,
la alegre cadencia
de caderas y piernas
que se miman,
es una sinfonía.
Y amarte,
el ritual de cada día.
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